Son cultivos pertenecientes a la familia Poaceae o Gramíneas que normalmente se explotan en grandes extensiones y cuyos granos se caracterizan por su alto contenido en carbohidratos. El trigo, la cebada o el maíz, son un ejemplo.
Para que la producción sea la esperada, es necesario conocer muy bien las necesidades de cada tipo de cereal, así como la forma y fecha más adecuada para sembrarlos. Son de ciclo vegetativo anual, por lo que se dividen en cereales de invierno y cereales de verano.
Los cereales, al igual que los demás cultivos, necesitan un terreno que les aporte los principales macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio). La cantidad de abono adecuada dependerá de las condiciones en las que se encuentre el suelo.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un fertilizante:
Es necesario escoger un producto que incluya nítrico, es decir, evitar productos ureico-amoniacales o exclusivamente ureicos, que requieren la transformación en el suelo para que sean disponibles para la planta.
En Alfredo Iñesta recomendamos los productos abajo referenciados para el abono de cereales.